"Cuesta Arriba": El MPN enfrenta su peor año electoral: derrotas y desafíos a la vista.

El Movimiento Popular Neuquino (MPN), enfrenta un año electoral "cuesta arriba", con una serie de derrotas y complicaciones que dejarán marcas en el partido, como el peor año en el que después de 60 años pierde el poder. Será necesario replantear estrategias y barajar nuevas opciones para el futuro que se presume un tanto difícil debido a la nueva impronta política que Rolando Figueroa está mostrando a la sociedad, donde la transparencia de la cosa pública, la libertad y la rápida acción de la justicia con todo lo relacionado a la corrupción, la balanza de crecimiento económico que hoy muestra la desigualdad entre las grandes urbes y el interior sobre los servicios básicos en la tierra de Vaca Muerta, son temas que puestos en agenda la sociedad controla de cerca, y el nuevo gobernador deberá mantenerse en ese carril para afianzar la confianza que le depositó el pueblo el pasado 16 de abril.

El "Rolo" en su discurso de Plaza Huincul en el que acompaño a Claudio Larraza, volvió a mostrarse de "brazos abiertos y convocante" a todos aquellos que quieran sumarse a la construcción del "Nuevo Neuquén" entendiendo y dando un mensaje hacia dentro, que no sobran votos, y que cada elección es una foto distinta de otra, Rioseco de haber salido en Abril muy lejos de Figueroa en la elección a gobernador, demostró el domingo que en su casa, es el general, y defendió su territorio, aplicando la fuerza de los recursos y la gestión que van pasándose de mano en mano con su familia, para retener la conducción de un municipio rico, pero carente de transparencia y coherencia en la aplicación de los recursos del ENIM.

Volviendo al MPN, además del desafiante año electoral, las secuelas y complicaciones para el partido continuaron este fin de semana, con los resultados electorales recientes, como la pérdida de la intendencia de Plaza Huincul y la ausencia de competencia en Cutral Co, reflejan la dificultad del MPN para evitar fugas de sus filas.

Las próximas elecciones en tres ciudades de la provincia presentan un panorama complejo para el partido.   

 En Plaza Huincul, el MPN perdió la posibilidad de seguir siendo gobierno con su actual intendente Gustavo   Suárez.                                                                                                                                                                                         En Cutral Co, la falta de competencia muestra la dificultad de fortalecer al partido y tener candidatos. Esto se suma a la no adhesión a una fórmula presidencial con candidatos propios e una boleta corta y un contexto desfavorable después de la derrota de abril, lo que reduce las posibilidades del partido a pesar de los esfuerzos de Omar Gutiérrez por instalar a Sandro Badilla como candidato.

Las elecciones inmediatas serán las PASO, donde el foco estará en la pelea por la presidencia más que en la renovación de las bancas en la Cámara de Diputados, que serán disputadas en las elecciones generales de octubre. La división interna también juega un papel, con algunos líderes del MPN apoyando a diferentes fuerzas políticas como Juntos por el Cambio o Sergio Massa.

El escenario local tampoco se muestra favorable para el MPN. En las elecciones de Plottier del 3 de septiembre, el partido tiene un candidato poco potable en Sergio Soto. En Rincón de los Sauces, un triunfo es factible, pero resultó de un armado en función de un acuerdo con el sector Azul y Blanco emepenista, más vinculado al gobernador electo Rolando Figueroa y los petroleros que a una estrategia propia del MPN.

Los dos últimos test electorales serán en octubre, con las elecciones generales nacionales y Villa La Angostura. En esta última, el MPN es gobierno, pero su actual intendente, Fabio Stefani, deja el camino abierto a Javier De Los Ríos, actual secretario de Economía municipal. La influencia de lo nacional en lo local será determinante en estas elecciones, con Comunidad buscando posicionarse fuertemente.

Se viene una etapa nueva, en la que habrá armados y desarmes, en la que nada está dicho y dependerá de la estrategia que cada sector use para no perder protagonismo en la dinámica de la política provincial.