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La Neuquinidad se juega en los territorios: Figueroa confía en su red política para ganar

OPINION InfoGo

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Gestión, intendencias y territorialidad como ejes del oficialismo neuquino. La campaña se apoya en la figura del gobernador y el tejido local que sostiene a “La Neuquinidad”.

A una semana de las elecciones legislativas, el gobierno provincial apuesta a una estrategia discreta, sin grandes actos, pero con fuerte despliegue en el territorio. Rolando Figueroa —arquitecto del espacio “La Neuquinidad”— sostiene que su mejor campaña es la gestión, respaldada por intendentes y una red política que abarca toda la provincia.

El mandatario evita confrontaciones y se muestra confiado en el entramado que consolidó desde su llegada al poder: acuerdos con jefes comunales, gestión activa y presencia directa en redes sociales. Mientras tanto, las candidaturas de Julieta Corroza y Juan Luis “Pepe” Ousset para el Senado, junto a Karina Maureira y Joaquín Perrén en Diputados, completan la estructura electoral del oficialismo. El Ejecutivo provincial optó por un perfil institucional bajo. Las advertencias de la Justicia Electoral motivaron la suspensión de actos oficiales, incluso aniversarios locales como los de Centenario y Añelo. El mensaje fue claro: separar la gestión de la contienda política.

Pese a ello, la maquinaria territorial sigue en movimiento. Obras públicas, infraestructura vial, saneamiento urbano y programas de desarrollo local se exponen como bandera de gestión. Desde Casa de Gobierno destacan que Neuquén mantiene un ritmo de obras sostenido con recursos propios, fondos de coparticipación y financiamiento internacional, sin depender del auxilio nacional. En el corazón de la estrategia están las intendencias. El gobernador logró tejer acuerdos que superan las fronteras partidarias, incorporando a jefes comunales del MPN y de otras fuerzas. Esa estructura, que mezcla pragmatismo político con gestión efectiva, se convirtió en el principal soporte del proyecto provincial, en el que Rolando confía para el 26 de octubre.

El vínculo con Mariano Gaido, intendente de la capital, es pieza central del esquema. La expectativa en el oficialismo es que la ciudad más poblada del distrito aporte un caudal decisivo el próximo 26 de octubre.

En los despachos del Ejecutivo sostienen que “la verdadera gestión” se verá en la segunda mitad del mandato, con 2026 como año clave para mostrar resultados tangibles. Figueroa evita hablar de encuestas y relativiza los estudios que lo muestran en disputa directa con La Libertad Avanza. Su discurso apunta al equilibrio fiscal y al federalismo real: “Necesitamos un esquema coherente con las posibilidades de desarrollo de Neuquén. Eso van a defender nuestros legisladores en el Congreso”, afirmó.

En su entorno se preparan para dar la batalla parlamentaria por la coparticipación federal y resistir posibles reformas laborales y previsionales impulsadas desde la Casa Rosada. El gobernador recurre a una consigna histórica: “Neuquén, para los neuquinos y neuquinas.”

Sin grandes cierres ni actos masivos —la concentración en Ruca Che fue suspendida por duelo ante el transfemicidio de Azul Semeñenko—, el oficialismo apuesta al contacto directo y al peso de la gestión.
La campaña se define en siete días. Figueroa confía en que su red territorial y su estilo de gobierno, más técnico que declamativo, ¿serán suficientes para consolidar su espacio como la principal fuerza política de la provincia?.