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Análisis: Quién responderá estas cuatro preguntas sobre Rolo Figueroa y el MPN

A través del voto electrónico en toda la provincia, estos hombres son los más fuertes electoralmente en Neuquén. ¿Y de ahora más?

OPINION18 de abril de 2023 Sergio Sarachu
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Astucia y ajedrez político desarrolló en los últimos tres años el mandatario neuquino electo. Ganó la interna para ser diputado nacional, hace dos años. Se abrió del partido provincial y será gobernador desde el 10 de diciembre. ¿Y lo que viene?

“El plan se cumplió a la perfección”, aseguró Rolando Figueroa minutos después de consolidar la ventaja sobre el candidato del Movimiento Popular Neuquino (MPN) y resultar electo para gobernar la provincia por cuatro años desde el próximo 10 de diciembre. ¿A qué planificación se refería el que fue intendente de dos ciudades (Huinganco y Chos Malal), vicegobernador y actual legislador nacional? Seguramente a la que nació en su mente en 2019 cuando fue desplazado de las listas emepenistas y se recluyó en su hogar, al tiempo que consolidaba su formación académica y transitaba la pandemia por coronavirus. También se refirió a la construcción política que realizó para la interna de 2021 dentro del MPN, llevando en segundo lugar a una extrapartidaria, fundadora del sistema de emergencias sanitarias y desplazada polémicamente por el oficialismo provincial.

A partir de esas primeras jugadas de ajedrez político dentro de la estructura del partido provincial, con el triunfo frente a una mujer del entorno del actual gobernador Omar Gutiérrez (Mage Ferraresso), Figueroa comprobó en las urnas que su intuición política tenía un envión que lo podía llevar al sillón de la casa de gobierno del Neuquén. Trazó en el último año y medio cada una de las movidas que luego llevó a cabo con el pulso de un cirujano. Y es posible que ya viera que su partido liderado por sus adversarios no tendría lugar para ese horizonte de gobierno que olfateaba. Por eso, fue jugando fichas paralelas hacia adentro y hacia afuera del MPN. En lo interno, aceitando la estrategia y sintonía de una posibilidad de abrir su sector hacia otras fuerzas políticas con una postulación autónoma. Presentó, antes de irse del MPN, una petición de una veintena de puntos como condición para presentar listas en las internas del año pasado y ante el silencio o la negativa, comenzó la cirugía fina que terminó con un triunfo este domingo.

Hacia afuera, jugó con la intriga de que podía romper con el MPN durante semanas, mientras por abajo medía la repercusión de esa jugada, auscultaba posibles adhesiones externas y opacaba toda información política al estar en el centro de la escena mediática. En la superficie de los medios de comunicación, hasta unos minutos antes del plazo de presentación de listas en el MPN no descifró el desmembramiento que luego produjo. Tras la ruptura comenzó a mostrar algunas cartas, mientras era frenética la velocidad que impuso a los acercamientos que sumaría caudal extrapartidario. Y no eligió sellos. Buscó y consiguió nombres y espacios que le garantizaban los votos necesarios para llegar al despacho de Roca y Rioja.

Hoy el resultado electoral muestra que las alianzas (o colectoras) que sumó Figueroa le aportaron entre 3 y 4 por ciento de los votos cada una de ellas, mientras que su oponente consiguió bajísimos porcentajes de adhesión (la mayoría por debajo del 2 por ciento). Desde un lado de la grieta, el PRO (de Macri y Rodríguez Larreta), desde el otro lado (Descamisados, La Jauretche, Movimiento Evita y otros espacios del kirchnerismo), desde la Democracia Cristiana (abiertos de la estructura de Jorge Sobisch) hasta seguidores del exintendente radical Horacio “Pechi” Quiroga, pasando por el Frente Grande y vecinalismos, sectores independientes y de gremios como la UOCRA.

El anuncio de las adhesiones también formó parte de una planificación y de esta manera, durante diez días fue anunciando una a una con fotos sonrientes al aire libre y con una ligustrina detrás. En la formalidad tramitó la habilitación de su partido Comunidad, aunque contaba de antemano con otras estructuras como para presentarse. Planteó una disputa legal por el histórico mapa de Neuquén que identifica visual y políticamente al MPN, como para entretener a las audiencias y operadores de superficie, mientras por abajo –seguramente- conseguía en Buenos Aires y en algunas empresas neuquinas, los fondos económicos necesarios para afrontar la elección.

Diagramó (no se sabe si él o con una muy buena asesoría) la estrategia publicitaria que exprimió los pocos fondos en espacios clave. Fue el primero en invertir en Google para que la publicidad en redes, portales y plataformas de video incluyera los avisos de su campaña. Volvió a la carga con el eslogan con que ganó la interna hace dos años, “Neuquinizate” y un “Roloooo” que se vio en carteles o brillando en las bardas a través de un sofisticado emisor láser.

Y hubo una alianza con el medio de comunicación de mayor penetración en la zona, el diario Río Negro que fue el portador de la primicia de la ruptura del MPN, de cada una de las alianzas, del anuncio de su compañera de fórmula (la actual intendenta de Plottier, Gloria Ruiz) y de cada una de las grandes jugadas de comunicación política.

El “no fue magia” se observa ahora cuando los resultados muestran que en cada localidad de la provincia él y las alianzas lograron triunfos o caudales electorales que no fueron vistos por sus adversarios. En pueblos y ciudades de la provincia (desde la ciudad capital hasta los más pequeños), el informe final de los resultados muestra cómo fue el aporte de votos de esas alianzas que se tejieron en la segunda mitad del año pasado. También la planificación de la campaña (que mostró un gasto económico inferior al 15 por ciento comparado con el que desplegó el MPN y sus aliados) incluyó hace diez días un raid por los canales de televisión de la Capital Federal con amplia llegada a la población de votantes neuquinos.

Estos y otros son los elementos que se pueden subir a la superficie de lo que se estima ha sido una planificación minuciosa que se ejecutó con bisturí político.

Primera pregunta

Ahora, con esta hoja de ruta descubierta sobre los pasos dados desde hace dos años hasta el domingo pasado, se podría avizorar qué es lo que viene. En principio, ¿habrá una vuelta al MPN en calidad de vencedores, luego de esta especie de interna abierta?

No se descarta, aunque en el cortísimo plazo no sería conveniente por la falta de cicatrización de las heridas producidas por el alejamiento primero y por el triunfo, después. Pero no hay que olvidar que el MPN es una estructura provincial que en sus entrañas (como el gas y petróleo de Vaca Muerta) tiene concepciones justicialistas con algunas columnas inquebrantables: el verticalismo o disciplinamiento ante quien suma votos y poder electoral; el pragmatismo para alcanzar esos espacios de poder; la negociación política para alcanzar los objetivos; la priorización de las necesidades populares por sobre los dogmatismos y la adaptación del lema “primero la Provincia, segundo el Movimiento y por último los hombres”, lo que desinfla las tensiones o rencores internos.

Véase la construcción política de Néstor Kirchner en las presidenciales de 2003 (sumando a radicales, Frente Grande, Intransigente, Comunista, Socialista, entre otros), por fuera de la estructura partidaria que encabezó Carlos Menem. Tras la baja de Menem para la segunda vuelta, Kirchner fue presidente con el 21 por ciento obtenido en la primera y a partir de allí, el peronismo se disgregó, pero el tronco se alineó con el exgobernador de Santa Cruz, hasta nuestros días.

Es decir que probablemente Figueroa retorne al MPN o el grueso del partido provincial se sume al liderazgo del hombre del norte neuquino. Ya lo ha dicho antes y luego de la elección: no fue contra el MPN sino contra el oficialismo Azul (color que identifica internamente a quienes dirigen los órganos máximos del partido y están al frente del gobierno actualmente).

Segunda pregunta

En este recorrido, la vuelta o el acercamiento de Figueroa y el MPN tendrá un desafío cercano: la elección presidencial y la de Diputados Nacionales por Neuquén, el próximo 22 de octubre. ¿Qué candidatura presidencial llevará el MPN y cuál Rolando Figueroa? ¿Qué candidaturas a la Cámara de Diputados llevará uno y otro sector?

Para el conjunto de partidos y adhesiones que llevaron a Rolando Figueroa a ganar la gobernación este domingo, la que viene será la primera prueba de fuego para ver si la estrategia y planificación que analizamos, incluye un espacio propio o sólo una convocatoria para ganar una gobernación. Ahí se verá si la confluencia de pensamientos tan opuestos que acordaron una presentación para el gobierno neuquino tiene un correlato con la figura que encabece la lista para la Casa Rosada. ¿Será como históricamente sucedió con el MPN que Figueroa llevará candidaturas legislativas y dejará en “libertad de acción” a sus adherentes para el cargo de Presidente o Presidenta? ¿Esto fue charlado ya con los sectores que sumaron como colectoras para que llegue al sillón de gobierno neuquino? ¿Habrá un sismo similar al que se produjo cuando partió del MPN, pero dentro de su propio espacio? ¿Cómo hará para contener al abanico de adhesiones (de las que lo llevaron al triunfo y de las que este lunes comenzaron a arrimarse a la expectativa de gobierno futuro)?

Un panorama será si se mantiene alejado o paralelo al MPN, durante la transición y también el 22 de octubre. Si el regreso a casa se produce antes, el panorama de desconsuelo quizá se generalice. ¿Qué dice el plan?

Tercera pregunta

La tercera pregunta que surge en estas horas es qué sucederá con Omar Gutiérrez al ser derrotado su hombre de confianza y en retirada hasta el 10 de diciembre. La política, especialmente en espacios como el Justicialismo o quienes partieron de allí, como el MPN, es muy cruel con los derrotados y melosa con quienes ganan. Es condición esencial en los grandes movimientos políticos que en el oleaje de ganadores y perdedores, la carga se oriente para quienes están arriba. Poca gente queda en la popa cuando se hunde y la proa se dirige a buen puerto. Esto no sólo se ve en la estructura de los partidos políticos sino fundamentalmente en el esqueleto de un estado que durante 60 años entonó la misma canción emepenista.

El verticalismo ideológico y el músculo del bolsillo tienen una brújula natural hacia el que tiene poder. La sangría en el poder político y de gobierno del actual gobernador será visible a partir de ahora. Pero habrá un recurso: seguramente alzará el MPN su candidatura a Diputado Nacional con lo que intentará frenar la diáspora interna y poner nuevamente la maquinaria electoral en marcha. Habrá bendición de Jorge Sapag (el líder político del espacio interno) y –como él dijo en la conferencia de prensa donde se aceptó la derrota- de este traspié electoral “saldremos fortalecidos”.

Será una transición entre un actual diputado nacional y futuro gobernador con un actual mandatario y candidato a legislador nacional. Todo dentro de matices emepenistas, con colores similares en las banderas de federalismo, soberanía política y justicia social.

Cuarta pregunta

Y, finalmente la cuarta pregunta (entre tantas a responder de ahora en más): cómo será la relación entre el que aparece como hombre fuerte político del MPN en la reelección capitalina, Mariano Gaido, y el futuro gobernador Rolando Figueroa. ¿Será como en tiempos en que la ciudad de Neuquén tenía el sello de Horacio Quiroga y la provincia en manos del partido provincial? ¿Cómo se convivirá administrativa y políticamente con tan pocas cuadras de distancia en la ciudad?

Ambos son hombres más políticos que técnicos por lo que el diálogo y la negociación estarán por sobre las heridas superficiales, el pragmatismo primará por sobre los resquemores mundanos. Al menos el primer año y medio, donde ambos se necesitarán para encarrilar sus gestiones. Pero no habrá un baldazo diario de fotos e inauguraciones en conjunto, como sucedió en los últimos tres años y meses.

¿Gaido elevará su estatura de adhesión capitalina como hombre fuerte en el partido en el resto de las localidades neuquinas? Si Koopmann deja la legislatura neuquina y Gutiérrez no acepta una candidatura a Diputado Nacional, el actual intendente capitalino emerge como la figura de más peso electoral dentro y fuera del MPN. A su lado estará Jorge Sapag, al frente Rolo Figueroa y alrededor de todos ellos una población que se rebeló en silencio a través del voto electrónico. Y lo puede volver a hacer cuantas veces lo necesite.

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