Con la desocupación como flanco abierto, Javier Milei consigue una aprobación del 47%

Javier Milei inicia su segundo año de gestios y todo parece dar viento en popa de acuerdo a las encuestas. Sin embargo, la preocupación por el desempleo se consolida como la principal, relegando a la inflación. Así lo refleja la encuesta que la consultora brasileña Atlas Intel hizo para la agencia Bloomberg, la firma que vaticinó la victoria de Milei sobre Sergio Massa en el balotaje de 2023.

Atlas Intel realizó su Latam Impulse en conjunto con la agencia de noticias financieras. El sondeo se realizó también en México, Brasil, Chile y Colombia sobre "la situación política, social y económica" de estos países de la región.

"En conjunto, estos indicadores ofrecen una visión consistente de las dinámicas estructurales y emergentes de la región, ofreciendo información para los actores interesados en la trayectoria del gobierno, la percepción de la economía, y la cohesión social en los distintos países", explica el informe.

 
De acuerdo al informe, Javier Milei inicia un 2025 con 47% de aprobación.

En el caso de la Argentina, la muestra constó de 1.842 casos efectivos relevados de forma online entre el 27 y el 31/12. El margen de error es de +/-2 puntos porcentuales.
En primer término, la gestión de Milei recoge una aprobación del 47,4% contra un rechazo del 45,4%. Se trata de un empate técnico, aunque en diciembre se acumuló el 2do mes consecutivo de recuperación.

Pero cuando se consulta por la "evaluación del Gobierno", lo que incluiría aspectos más generales, la aprobación se mantiene en algo más del 40% por 2do mes consecutivo y es superada por la desaprobación, que trepó a fin del año pasado al 45,3%. Esta pregunta incluye la opción "regular", que se ubicó en el 14,1%. No obstante, la imagen personal de Javier Milei finalizó 2024 con una aprobación del 54% con un rechazo del 42%, lo que le dio un diferencial positivo de 12 puntos. Además, el 60% cree que el desempeño de la actual administración es mejor que el de su antecesor.

Respecto de las preocupaciones, el desempleo encabeza las respuestas múltiples con el 43,3%, seguida en el podio de "altos precios e inflación" (38,3%) y "Corrupción" (37,5%). Según informó días atrás el ministerio de Capital Humano , la cantidad de trabajos formales se redujeron en unos 59 mil puestos entre enero y octubre del año pasado. La cartera que dirige Sandra Pettovello también consignó que el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) registró un aumento del 0,1% en el empleo asalariado privado durante octubre, acumulando un crecimiento del 0,3% en lo que va del año, lo cual se traduce en la incorporación de 17 mil nuevos trabajadores al sector formal.

La inquietud por el desempleo se refleja además en otros tramos de la encuesta de Atlas Intel. Al evaluar el momento económico actual, alrededor del 60% considera que es "mala" tanto en relación al país como a su situación familiar, pero alcanza un pico del 75% cuando se consulta sobre el "mercado laboral".

Sobre las expectativas para dentro de los próximos 6 meses, los items referidos a la economía nacional y familiar arrojan diferenciales positivos, mientras que el referido al laboral, en cambio, tiene un resultado negativo: 41% cree que "va a empeorar" contra 40% que considera lo contrario. Completan un 19% que "no sabe".

Demanda

Luego, cuando se pregunta específicamente sobre la evaluación de distintos aspectos de la política económica del gobierno libertario, la que se refiere a la generación de puestos de trabajo se ubica al fondo de la tabla que lidera el "combate a la inflación": un 60% la califica de forma negativa, 45 puntos de esa porción la evalúa como "pésima". Sólo un 27% hace un analísis positivo sobre la creación de puestos de trabajo al cabo del primer año de gobierno de LLA.

De esta forma, ante la mirada de la opinión pública el desempleo se volvió el problema más importante y la generación de puestos de trabajo se convirtió en uno de los grandes pendientes de la primera parte de la gestión de Milei. Una señal de mutación en la demanda social que deberá seguirse de cerca en el año electoral.