El cierre de 2025 consolida un dato político clave: mientras el presidente Javier Milei mantiene su fortaleza tras la victoria en las elecciones de medio término, la oposición atraviesa su momento de mayor dispersión y debilidad desde 2003.
La novedad que sacude el tablero es que Cristina Fernández de Kirchner dejó de ser, con claridad, la principal referente opositora, un rol que supo ocupar incluso durante el gobierno de Mauricio Macri.
Según la última encuesta “Brújula Social” de Pulso Research, hoy más de la mitad de los argentinos cree que nadie conduce la oposición.
El derrumbe de Cristina y el vacío opositor
El sondeo, realizado en la segunda quincena de diciembre, muestra un desplome sostenido de la figura de CFK como contracara del proyecto libertario.
- En mayo, cuando comenzó a tomar fuerza su condena por la causa Vialidad, el 32,5% la señalaba como principal opositora.
- En diciembre, ese número cayó a 17,3%, casi la mitad.
Pero el dato más contundente es otro: - El 52% de los encuestados afirma que “nadie” ocupa hoy el liderazgo opositor.
En mayo, ese porcentaje era del 43%. El vacío no solo persiste: se agranda.
👥 ¿Quiénes aparecen detrás?
Aunque debilitada, Cristina Kirchner sigue encabezando el ranking, pero con una ventaja mínima y sin capacidad de ordenar al espacio.
Detrás aparecen:
- Axel Kicillof: 12,6% (tras caer 0,9 puntos respecto a noviembre)
- Javier Milei (sí, el propio presidente): 5,6%
- El kirchnerismo como identidad política: 4,8%
- Mauricio Macri: apenas 1,4%
Un dato que explica la “sorpresa” para el expresidente: no solo no lidera la oposición, sino que quedó relegado al último lugar.
Imagen dirigencial: Milei, el único en equilibrio
Pulso Research también midió imagen de dirigentes y el resultado confirma la asimetría política actual:
Javier Milei:
Positiva: 47,9%
Negativa: 47,3%
El resto, todos en rojo:
- Axel Kicillof: -10
- Cristina Kirchner: -12
- Patricia Bullrich: -12
Mauricio Macri: -31%, el peor diferencial del sistema político
Un sistema político desbalanceado
El dato de fondo no es solo la caída de Cristina, sino la ausencia de recambio opositor.
Ni gobernadores, ni ex presidentes, ni líderes partidarios logran capitalizar el desgaste del oficialismo.
El resultado es un escenario inédito: Un presidente con imagen polarizada pero estable, frente a una oposición sin conducción, sin narrativa y sin figuras competitivas.
