Córdoba: Schiaretti encabeza la intención de voto con diez puntos de ventaja sobre los libertarios

Una reciente encuesta de la consultora Sicchar revela que el exgobernador Juan Schiaretti se posiciona como el principal candidato en Córdoba, con una ventaja cercana a los diez puntos sobre el postulante libertario Gonzalo Roca, mientras que Natalia de la Sota aparece en un tercer lugar expectante.

Según el estudio, Schiaretti concentra el 33,3% de intención de voto, frente al 23,5% de Roca, un dirigente aún desconocido para gran parte del electorado provincial. En tanto, De la Sota capta el 10,6% de las preferencias, mientras que el resto de las fuerzas tradicionales, como el PJ y la UCR, no superan el 4%. El sondeo también advierte un 16% de votantes indecisos, factor que podría ser determinante en el escenario final.

La transferencia de votos de Milei
Un aspecto relevante del informe señala que uno de cada tres votantes de Schiaretti en este momento respaldó a Javier Milei en las elecciones generales de 2023. Ese trasvasamiento explica casi diez puntos de su caudal actual. En contraste, el 87% del electorado de Roca proviene directamente del voto libertario de 2023, con un peso particular en los menores de 30 años, que representan un 38% de su base.

Por su parte, el voto de De la Sota se nutre principalmente de electores massistas (51%) y de un segmento significativo del cordobesismo: el 24% de su apoyo proviene de quienes optaron por Schiaretti en los últimos comicios generales.

Clima político y gestión provincial
En el plano de las imágenes políticas, Córdoba continúa siendo uno de los distritos donde el presidente Javier Milei mantiene saldo favorable, con un 49% de aprobación frente a un 46% de rechazo. No obstante, los analistas remarcan una caída sostenida respecto al alto respaldo cosechado en 2023.

El gobernador Martín Llaryora, en cambio, exhibe indicadores más sólidos: 54% de aprobación contra 42% de desaprobación. El mandatario provincial considera que Milei incurrió en un “error estratégico” al asumir personalmente la derrota electoral en Córdoba, lo que habría debilitado parte de su capital político en la provincia.