Neuquén, peronismo en modo ruleta: ¿Rioseco, el comodín de la última mano?

En un peronismo neuquino que viene a los tumbos, con más internas que certezas, el nombre de Ramón Rioseco vuelve a la mesa como ese naipe guardado para el final… aunque ya haya perdido tres veces la gobernación y, en términos futboleros, esté más curtido que pelota de potrero.

Fuerza Patria, la alianza que intenta mantener vivo el pulso del PJ local, ya tiene a Beatriz Gentile como candidata a Diputados. Ahora necesita alguien que se anime a meterse en la pelea más áspera: el Senado, donde en octubre se vencen los mandatos de Oscar Parrilli y Silvia Sapag. No es un detalle menor: se trata de los últimos bastiones kirchneristas puros en la cámara alta neuquina.

Y allí, entre el desgaste de dirigentes y la escasez de voluntarios, aparece otra vez Rioseco. Tres veces intendente de Cutral Có, tres veces candidato a gobernador y una vez candidato a vice. Un historial que mezcla tenacidad con reincidencia política. En su último intento por la gobernación, quedó detrás de Rolando Figueroa y de Marcos Koopmann, el exvice del MPN.

La jugada viene cocinándose desde que Darío Martínez pegó el portazo en la presidencia del PJ provincial. Parrilli y Rioseco, viejos zorros de la política local, se hicieron cargo de ordenar la tropa y hasta fueron juntos a ofrecerle la candidatura a Gentile en la mismísima Casa Patria. Desde entonces, el intendente ha repetido que no quiere cargos electivos, aunque en el peronismo saben que esas negativas suelen durar lo que un mate frío.

El problema es que el calendario electoral no espera. Este viernes, en una reunión a puertas cerradas —y, seguro, teléfonos apagados— se definirá quién encabeza la lista al Senado. En la rosca, algunos incluso fantasean con que el propio Parrilli vuelva a ponerse el traje de candidato, como en 1991 cuando perdió con Jorge Sobisch. El hombre sigue teniendo línea directa con Cristina, lo que en estas tierras todavía cotiza.

Mientras tanto, Gentile, que ya avisó que no buscará otro mandato como rectora de la UNCo, será la carta fuerte para la cámara baja. Su presencia apunta a disputar el voto universitario, ese que no traga el discurso libertario y que podría inclinar la balanza frente a Joaquín Perrén, la apuesta académica del oficialismo provincial.

En resumen, el peronismo neuquino enfrenta otra elección a cara o cruz: o logra meter un nombre competitivo en la boleta al Senado, o se resigna a ver cómo La Libertad Avanza y La Neuquinidad se reparten la mesa grande. Y en esa pulseada, el “comodín” Rioseco podría ser el último manotazo… aunque la baraja ya lo haya visto demasiadas veces.