El Gobierno evalúa meter preso a Tapia en marzo para evitar un conflicto con la FIFA antes del Mundial

En el entorno del presidente Javier Milei consideran que el mes de marzo representa la última ventana política y judicial para avanzar contra el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia, sin poner en riesgo la participación de la Selección argentina en el Mundial 2026. La evaluación oficial sostiene que, a medida que se acerque la cita mundialista, cualquier medida judicial contra la conducción de la AFA podría derivar en sanciones de la FIFA por presunta injerencia estatal.

Según fuentes gubernamentales, el objetivo sería desplazar a la actual conducción de la AFA a través de decisiones judiciales, evitando una intervención directa del Poder Ejecutivo que exponga a la Argentina a un conflicto internacional. En ese marco, se analiza que una eventual detención de Tapia durante el primer trimestre del año permitiría abrir un proceso de normalización institucional sin afectar la participación del seleccionado nacional en la competencia que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá.

En el Gobierno toman como referencia los antecedentes de Guatemala, Kuwait e Indonesia, países que fueron sancionados por la FIFA y quedaron fuera del Mundial de Rusia 2018 luego de que se detectara intervención estatal en sus federaciones de fútbol. En el caso guatemalteco, la destitución judicial de dirigentes fue considerada una intromisión indebida en la autonomía de la asociación deportiva.

Tapia y el tesorero de la AFA, Pablo Toviggino, se encuentran involucrados en distintas investigaciones judiciales por presunto lavado de dinero. El juez federal Luis Armella investiga los vínculos de ambos dirigentes con la financiera Sur Finanzas, mientras que el juez en lo Penal Económico Marcelo Aguinsky lleva adelante una causa contra Toviggino por la compra de una propiedad de alto valor en la localidad bonaerense de Pilar.

En el oficialismo sostienen que la estrategia no apunta únicamente a avanzar contra los máximos responsables de la AFA, sino a profundizar las investigaciones sobre actores secundarios con el objetivo de obtener testimonios que comprometan a la cúpula dirigencial. En ese contexto, fue procesada por encubrimiento agravado la tesorera de Sur Finanzas, Micaela Sánchez, junto a dos custodios de la firma, quienes quedaron detenidos de manera preventiva. Hasta el momento, ninguno de ellos aceptó declarar como arrepentido.

Dentro de la AFA reconocen un clima de incertidumbre y falta de una estrategia unificada frente al avance judicial. La relación entre Tapia y Toviggino atraviesa una etapa de tensión, y en el entorno del tesorero existe preocupación por no convertirse en el principal responsable en caso de que las causas avancen.

En el plano internacional, Tapia mantiene el respaldo de la Conmebol y de la FIFA. En las últimas semanas, tanto el presidente del organismo sudamericano, Alejandro Domínguez, como el titular de la FIFA, Gianni Infantino, se mostraron públicamente junto al dirigente argentino, en un gesto interpretado como una señal de apoyo frente a la ofensiva política del Gobierno. Además, Tapia fue ratificado como miembro del Consejo Directivo de la FIFA en medio del conflicto con la administración de Milei.

No obstante, en el ámbito local, el panorama judicial se complica para el presidente de la AFA. A la ofensiva oficial se suma la falta de respaldo político y judicial interno, en particular por el distanciamiento con el dirigente Daniel Angelici, un actor con fuerte influencia histórica en los tribunales federales.

Mientras tanto, en el Gobierno consideran que el tiempo juega en contra. Con el Mundial cada vez más cerca, la posibilidad de avanzar contra la conducción de la AFA sin consecuencias deportivas se reduce, y marzo aparece como el límite para una decisión que combina justicia, política y fútbol.