Otro intendente obligado a vetar un aumento salarial para la planta política y dar marcha atrás con su propia suba
Economía en Neuquén
Redacción
En un contexto de tensión política por los salarios de la dirigencia municipal y en sintonía con el clima de austeridad que impulsa el Ejecutivo provincial, el intendente de Vista Alegre, José Asaad, resolvió vetar una ordenanza que habilitaba un incremento del 25% en los sueldos de la planta política, incluida su propia dieta.
La decisión dejó sin efecto la Ordenanza N.º 1149/25, que contemplaba aumentos para concejales, funcionarios del Ejecutivo municipal y el jefe comunal. El veto se produjo en medio del malestar público expresado por el gobernador Rolando Figueroa ante iniciativas similares en otros municipios, particularmente en Junín de los Andes, donde el intendente Luis Madueño impulsó una recomposición salarial del 80% para la planta política y debió retroceder tras el rechazo del mandatario provincial.
El antecedente que encendió la alarma
El caso de Junín de los Andes funcionó como un punto de inflexión. Figueroa cuestionó abiertamente la iniciativa de Madueño por considerarla contraria a las políticas de austeridad provincial y anticipó que la Provincia no giraría fondos extraordinarios para afrontar ese tipo de aumentos. El mensaje político fue claro y comenzó a repercutir en otros municipios.
En ese marco, el Concejo Deliberante de Vista Alegre había aprobado por unanimidad la Ordenanza N.º 1129/2025, durante una sesión ordinaria, habilitando un incremento salarial cercano al 25% para todos los cargos de conducción del Poder Ejecutivo municipal: directores, subsecretarios, secretarios y el propio intendente.
El veto y sus fundamentos
Tras la sanción de la norma, Asaad resolvió vetarla en su totalidad, argumentando la necesidad de sostener una administración responsable frente al delicado contexto económico. Desde el municipio explicaron que la prioridad debe estar puesta en obras públicas y servicios esenciales que demanda la comunidad, y no en mejoras salariales para la dirigencia política.
“El actual escenario obliga a definir prioridades claras”, señalaron desde el Ejecutivo local, al justificar la decisión. En esa línea, remarcaron que el veto busca ordenar el uso de los recursos municipales y evitar compromisos financieros que no se ajusten a la realidad presupuestaria.
Clima político y señal institucional
La medida también fue presentada como un gesto destinado a preservar la armonía institucional y la transparencia, evitando debates que puedan afectar el normal funcionamiento del gobierno local. Desde el Ejecutivo subrayaron que el veto es una herramienta legítima prevista por la normativa vigente, utilizada para corregir decisiones que no resultan viables en el actual contexto económico.
En un comunicado oficial, la gestión de Asaad sostuvo que la decisión reafirma el rumbo político del municipio:
“De esta manera reafirmamos el compromiso de la gestión municipal con la prudencia administrativa, el respeto por las instituciones y el bienestar general”, indicaron.
El episodio se inscribe en un escenario más amplio, donde los aumentos salariales de la planta política se convirtieron en un foco de conflicto entre intendentes y el gobierno provincial, y donde cada decisión adquiere una fuerte carga simbólica y política.





