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Un pastor en la arena política: el fenómeno Gebel incomoda al mileísmo

PolíticaRedacciónRedacción

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La irrupción de Dante Gebel en la política abrió una grieta entre libertarios y evangélicos
La posible incursión política del pastor Dante Gebel comenzó a generar tensiones internas tanto en el universo libertario como dentro del propio evangelismo argentino. La figura del líder religioso, con fuerte llegada mediática y proyección internacional, encendió alarmas en sectores cercanos al núcleo duro del mileísmo y profundizó divisiones entre dirigentes desplazados de La Libertad Avanza.

Gebel, de 57 años, nacido en el conurbano bonaerense y actualmente radicado en Los Ángeles, conduce la megaiglesia River Church en Estados Unidos. Durante los últimos años consolidó una presencia masiva a través de transmisiones en redes sociales y eventos multitudinarios, como el denominado “PresiDante Tour”, que llegó a convocar a cientos de miles de personas y colmó salas emblemáticas como el Teatro Gran Rex.

Su crecimiento se aceleró durante la pandemia, cuando sus mensajes críticos del encierro por el Covid-19 lograron audiencias millonarias desde California. Ese despliegue lo convirtió en una figura con alto nivel de conocimiento público, incluso fuera del ámbito estrictamente religioso.

Rechazo desde el núcleo libertario
La sola insinuación de una eventual candidatura política del pastor fue suficiente para generar ruido en el oficialismo libertario. El primero en marcar distancia fue Daniel Parisini, el “Gordo Dan”, referente de Las Fuerzas del Cielo y cercano a Santiago Caputo, quien cuestionó duramente la construcción política alrededor de Gebel.

Desde ese espacio señalaron que el fenómeno sería “artificial”, impulsado “desde arriba” y sin el componente espontáneo que, según remarcan, caracterizó el ascenso de Javier Milei. El mensaje dejó en evidencia una disputa no solo política, sino también simbólica: quién representa el verdadero vínculo entre fe, liderazgo y apoyo popular.

Los apoyos que incomodan
A contramano del rechazo del ala oficialista, Gebel cuenta con el respaldo de dirigentes que se alejaron de La Libertad Avanza. Entre ellos aparece Eugenio Casielles, uno de los fundadores del espacio, quien se convirtió en uno de los principales promotores del pastor. También se mencionan vínculos con sectores referenciados en Carlos Kikuchi, además de ex funcionarios y legisladores libertarios.

El armado incluye perfiles diversos: sindicalistas, ex futbolistas, dirigentes sociales y ex legisladores, que coinciden en presentar a Gebel como una figura capaz de convocar por fuera de la grieta política tradicional.

Tensión dentro del evangelismo
La irrupción del pastor también expuso contradicciones dentro del evangelismo alineado con el gobierno. Legisladores libertarios de confesión evangélica observan el fenómeno con cautela, divididos entre su adhesión política a Milei y la pertenencia religiosa compartida con Gebel.

A esto se suma que el pastor no goza de consenso pleno dentro de las iglesias evangélicas: algunos referentes lo consideran excesivamente transversal y con un perfil más mediático que pastoral, lo que genera resistencias en sectores tradicionales.

Un factor disruptivo
Aunque por ahora no hay una candidatura formal, la sola presencia de Gebel en el radar político ya funciona como un factor disruptivo. Su figura tensiona el armado libertario, incomoda al evangelismo institucional y reabre el debate sobre el rol de los liderazgos religiosos en la política argentina.

En un escenario fragmentado, el “fenómeno Gebel” parece haber llegado antes de tiempo, pero con capacidad real de alterar equilibrios.