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Claudio “Chiqui” Tapia recibe en Ezeiza a los dirigentes de primera: reunión y sorteo de la próxima temporada

POLÍTICA / JUDICIALESRedacciónRedacción

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La Asociación del Fútbol Argentino atraviesa uno de los momentos institucionales más sensibles de los últimos años. Este miércoles, el presidente Claudio “Chiqui” Tapia recibirá en el predio de Ezeiza a los dirigentes de la primera división para encabezar la reunión del comité ejecutivo de la Liga Profesional y supervisar el sorteo de las zonas de la próxima temporada. Será el primer encuentro formal tras el impacto judicial de la causa Sur Finanzas, que derivó en allanamientos simultáneos a la sede de AFA, la Liga Profesional y 18 clubes.

El clima previo está marcado por el silencio interno: el grupo de WhatsApp de los dirigentes, habitualmente activo, permanece inerte desde que Lanús obtuvo la Copa Sudamericana y antes de eso, desde la controvertida coronación de Rosario Central como “campeón de liga”, resolvida en la cuestionada reunión de Puerto Madero. El fútbol argentino se movía entonces en otra dinámica. Hoy, impera la cautela.

La irrupción de la causa Sur Finanzas —y la investigación sobre operaciones financieras que habrían involucrado a entidades deportivas— dejó al sistema en tensión y a los dirigentes bajo revisión. Nadie quiere “quedar pegado” ni figurar cerca de actividades ajenas al marco regulatorio. En ese contexto, Tapia regresará de los Estados Unidos para enfrentar una reunión que, en lo formal, tiene un temario acotado. Pero su peso político será significativo.

La reunión estaba prevista originalmente para el martes, pero la AFA la postergó argumentando “problemas de agenda”. En realidad, ya conocía la magnitud de los allanamientos ordenados por el juez federal Luis Armella y la fiscal Cecilia Incardona, que incluyeron no solo a la casa madre del fútbol sino también a instituciones como la Liga Profesional en Puerto Madero y múltiples clubes involucrados en operaciones con la financiera investigada.

La interrogante central es quiénes asistirán. Algunos dirigentes adelantaron posibles ausencias por compromisos deportivos, entre ellos los de Racing y Estudiantes de La Plata, en pleno operativo para la final del Torneo Clausura que se disputará el sábado en Santiago del Estero. Otros, del interior del país, se encuentran estructurando sus planteles para 2026. No se espera asistencia plena.

El silencio público de los dirigentes es interpretado como una señal inequívoca: nadie se expondrá. “Nadie escribió una letra. Nadie va a salir a desafiar al sistema”, deslizó un directivo del interior. El temor a sanciones disciplinarias —históricamente utilizadas como herramienta de control— sigue vigente. El recordado caso de Walter Otta, suspendido por dichos que nunca pronunció, es todavía una referencia interna.

Tampoco se descarta un intento de “operativo clamor” para respaldar a Tapia, aunque varias fuentes creen que esta vez el reflejo corporativo será más débil. La causa Sur Finanzas alteró la dinámica interna y dejó fuera de juego la tradicional reacción de cierre de filas. Incluso clubes allanados emitieron comunicados aclaratorios, enfatizando que su vínculo con la empresa no superaba un contrato de esponsoreo: un claro operativo despegue.

Cerca del presidente de la AFA aseguran que Tapia se refugiará en su base política: los dirigentes afines y el argumento institucional de que las autoridades son electas por los clubes. La percepción interna es que “no están dadas las condiciones” para una ruptura. Sin embargo, voces del sector admiten que, si hubiera un movimiento que lo desplaza, no saldría desde dentro del fútbol sino desde afuera.

El cierre del año incluye la final en Santiago del Estero y, políticamente, un dato simbólico: una aparición pública con Juan Sebastián Verón, luego de la controversia por el título otorgado a Estudiantes en la mesa. Para algunos, una foto conjunta funcionaría como blindaje político sobre el tramo final del año. Para otros, apenas un gesto en un tablero que continúa moviéndose bajo presión judicial.