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Otras provincias se mueven: Figueroa se suma a la mesa donde Sáenz, Jaldo y Jalil ordenan su jugada en el Congreso

Análisis InfoGo Ale Carrupán

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Los gobernadores del Norte Grande volvieron a enviar una señal al gobierno nacional: hay provincias dispuestas a negociar, pero también a marcar límites. En la Casa de Salta, en pleno microcentro porteño, Gustavo Sáenz (Salta), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca) mantuvieron un encuentro para definir una estrategia legislativa común, acompañados por un invitado del sur que ya es habitual en la mesa: el neuquino Rolando Figueroa.

La cumbre, que incluyó la posible incorporación del misionero Hugo Passalacqua —quien finalmente no llegó—, volvió a activar la discusión sobre un interbloque federal que funcione como un polo de poder capaz de influir en la agenda parlamentaria y condicionar los proyectos que el Ejecutivo envía al Congreso.

Un bloque federal… pero con matices
Sáenz, quien viene explorando la conformación de una estructura parlamentaria de gobernadores con músculo propio, evitó confirmar un interbloque formal. “Venimos trabajando hace mucho tiempo conjuntamente los gobernadores con una agenda provincial. No es ninguna novedad”, esquivó ante la prensa.

Jaldo, más directo, afirmó que Tucumán mantendrá su armado actual en el bloque Independencia, aunque dejó abierta la puerta a coordinar acciones en un interbloque. “Podemos llegar a formalizar el trabajo que venimos haciendo tanto en Diputados como en el Senado”, sostuvo.

La Neuquinidad juega su propio partido
En el caso de Neuquén, Figueroa mantuvo su postura provincialista sin fisuras. Ratificó que sus legisladores funcionarán dentro del bloque La Neuquinidad, sin incorporarse a ningún interbloque nacional.

“No voy a tener un interbloque. Sí dialogamos con todos los gobernadores y buscamos aunar criterios para que nos escuchen. Pero nuestra agenda es Neuquén”, remarcó el mandatario, diferenciándose de los acuerdos más amplios.

Su presencia en la reunión, sin embargo, profundiza la articulación política que mantiene con Sáenz y con el rionegrino Alberto Weretilneck, a quien los gobernadores mencionan como parte del esquema federal pese a no contar con representación propia en el próximo Congreso.

Jalil, el silencio que inquieta al peronismo
La nota incómoda fue el silencio del catamarqueño Raúl Jalil. Mientras el peronismo intenta retenerlo bajo el paraguas de Unión por la Patria, crecen las versiones de que el gobernador negocia con Casa Rosada para mover sus cuatro diputados hacia un esquema más cercano al oficialismo nacional. Su presencia en la Casa de Salta alimentó esa lectura.

Un tablero en movimiento
Aunque la foto aún no confirma un interbloque, la señal política es clara: hay gobernadores que buscan convertirse en árbitros del Congreso y condicionar la agenda nacional desde una mirada territorial. Sáenz habla de seis mandatarios; Figueroa defiende su autonomía; Jaldo y Jalil miden costos internos.
Todos, sin embargo, juegan la misma partida: fortalecer el poder de sus provincias en un Congreso fragmentado.