
La vicepresidenta Victoria Villarruel volvió a protagonizar una fuerte controversia pública tras responder a una serie de críticas de militantes y simpatizantes de La Libertad Avanza (LLA) que la acusaron de “traición” y “decepción”. A través de sus redes sociales, Villarruel replicó con un mensaje directo que reflejó el creciente distanciamiento político y personal con el presidente Javier Milei y su hermana, Karina Milei:
“No robo, laburo mucho y con responsabilidad. No he realizado ninguna traición. El resto son chismes de panadería. Ustedes creen que se debe ser servil y no lo soy.”
Las respuestas de la vicepresidenta surgieron luego de que publicara una foto junto a Shea Bradley Farrell, titular del Instituto estadounidense Counterpoint para la Política, la Investigación y la Educación, lo que generó reacciones negativas entre sectores libertarios que la acusaron de “acercarse al establishment internacional”.
Lejos de esquivar la polémica, Villarruel decidió confrontar abiertamente las críticas. En otro mensaje, marcó diferencias con el armado político del oficialismo y dejó una frase que fue interpretada como un mensaje hacia el presidente:
“Solo hace falta ver las listas llenas de peronistas que se presentaron en las últimas elecciones. No están preparados para esta charla.”
En un tono desafiante, también respondió a quienes le sugirieron abandonar la función pública:
“Porque en ésta soy muy buena y decente, que es una condición en extinción.”
Las declaraciones se dan en un contexto de tensión creciente dentro del gobierno libertario, donde las diferencias internas entre la vicepresidenta y el círculo cercano de Milei —particularmente con su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia— se han hecho cada vez más visibles.
El episodio confirma que Villarruel busca preservar su identidad política independiente, mientras parte del oficialismo intenta disciplinar los espacios internos del poder.






