
El conflicto más prolongado del sector sanitario nacional encontró su punto de inflexión. Luego de meses de movilizaciones y de una pulseada política que incluyó un veto presidencial y la ratificación legislativa de la ley de emergencia del hospital Garrahan, el Gobierno nacional autorizó una recomposición salarial del 60% para los trabajadores del emblemático centro pediátrico, junto con una suma fija de hasta $450.000.
El anuncio fue oficializado por la dirección del hospital, que calificó la medida como un “reconocimiento histórico” al personal de salud que sostuvo la atención en medio de una crisis presupuestaria y tensiones políticas sin precedentes.
Una disputa que marcó al Gobierno
El caso Garrahan se convirtió en uno de los principales focos de conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Congreso.
La ley de emergencia hospitalaria, sancionada con amplio consenso legislativo, había sido vetada por el presidente Javier Milei, pero el Congreso insistió con su aprobación, dejando al Gobierno en una posición política incómoda.
La presión sindical y social terminó por forzar una corrección. En los últimos meses, el hospital fue escenario de asambleas, paros y movilizaciones que contaron con apoyo transversal de legisladores, gremios de salud y organizaciones de la sociedad civil.
El detalle del acuerdo
Según el comunicado oficial del hospital, la actualización salarial abarca al personal de planta, contratados, becarios y residentes, y se financiará con fondos reasignados del presupuesto nacional.
El acuerdo contempla una suma fija no remunerativa de $350.000 para personal no asistencial y $450.000 para trabajadores asistenciales.
“Este aumento representa un reconocimiento al esfuerzo de los equipos médicos, de enfermería, técnicos y administrativos, que continuaron garantizando la atención pediátrica aun en medio de presiones y utilización política del conflicto”, expresó la dirección en su mensaje institucional.
La salud pública, en la mira
El desenlace del caso Garrahan no sólo implica una victoria gremial: también deja al descubierto los límites del programa de ajuste libertario en sectores sensibles como la salud y la educación.
El hospital, símbolo del sistema público pediátrico argentino, había denunciado déficit de insumos, retrasos en pagos y falta de personal, en un contexto de inflación persistente y restricción presupuestaria.
Analistas del sector interpretan el aumento como un gesto pragmático del Gobierno, que buscó desactivar un conflicto que amenazaba con escalar a nivel nacional. Sin embargo, advierten que la recomposición no resuelve el problema estructural del financiamiento hospitalario.
Claves del conflicto
La ley de emergencia del Garrahan fue vetada por Milei y luego ratificada por el Congreso.
El aumento del 60% y las sumas fijas alcanzan a todo el personal del hospital.
El Ejecutivo busca contener el conflicto sin habilitar un precedente generalizado en otros sectores del Estado.
Conclusión editorial Infogo:
El Garrahan no sólo consiguió un aumento: marcó el primer freno político visible al ajuste libertario.
La salud pública volvió a hacerse oír, y esta vez, el silencio oficial tuvo precio.






