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Cerró Casablanca, la histórica fabricante de sábanas

Con licencias de River y Boca: 35 trabajadoras quedaron en la calle en Tierra del Fuego

Economía

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La planta textil Blanco Nieve S.A., radicada en Río Grande, amaneció esta semana con las puertas cerradas. La empresa, dueña de la marca Casablanca y titular de licencias oficiales de clubes como River Plate, Boca Juniors, Racing e Independiente, dejó sin trabajo a 35 empleadas, la mayoría mujeres y jefas de hogar, tras meses de conflicto salarial.

La compañía, con más de cuatro décadas de trayectoria en la industria textil, producía desde Tierra del Fuego ropa blanca para el hogar —sábanas, acolchados, toallas, mantas y cortinas— y era también licenciataria de las marcas Agatha Ruiz de la Prada y Benito Fernández, además de líneas infantiles de Peppa Pig y My Little Pony.

Sin embargo, la crisis financiera se profundizó desde agosto, cuando la empresa dejó de pagar salarios. Ante la falta de respuestas, las trabajadoras decidieron vender directamente las sábanas que ellas mismas confeccionaban para poder subsistir, una medida desesperada que contó con apoyo del Ministerio de Trabajo provincial y de cooperativas locales como Renacer.

“No podemos naturalizar que los trabajadores tengan que vender lo que producen para pagarse el sueldo”, expresó Marcela Cárdenas, delegada gremial del SOIVA (Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines).
El dueño de la firma, Diego Russo, había prometido abonar los haberes en cuotas, pero incumplió todos los acuerdos. Las trabajadoras, que llegaron incluso a recorrer la provincia para ofrecer los productos en ferias de Tolhuin y Ushuaia, fueron notificadas del cierre mediante un telegrama de despido, amparado en el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que permite pagar solo el 50% de la indemnización en casos de “fuerza mayor”.

🔒 “La fábrica no volverá a abrir”
La escena del cierre fue contundente. Las operarias, que mantenían la planta activa pese a los atrasos salariales, encontraron candados en los portones. Ante el llamado de la delegada a Recursos Humanos, la respuesta fue seca: “La fábrica no volverá a abrir”.

Por la tarde, los trabajadores decidieron ocupar pacíficamente la planta para resguardar maquinaria y mercadería ante un posible vaciamiento. Desde el sindicato piden intervención estatal urgente y advierten que se trata de un nuevo golpe a la industria nacional, afectada por la caída del consumo interno y la apertura de importaciones que impacta en la competitividad del sector.

Casablanca no es un caso aislado. Días atrás, otra textil fueguina, Sueño Fueguino, fabricante de las sábanas Danubio y Cannon, también despidió personal por conflictos con la distribución de su mercadería detenida en el puerto.

El cierre de Blanco Nieve se inscribe en una tendencia que golpea al empleo industrial, especialmente en regiones de promoción económica como Tierra del Fuego, donde las pymes enfrentan un escenario de costos crecientes, incertidumbre macroeconómica y fuerte competencia de productos importados a bajo precio.