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Los Nara y el Hotel Coliqueo, una historia de más de 80 años en Zapala

Fundado en 1944 por el inmigrante libanés José Nara, el Hotel Coliqueo se convirtió en un símbolo de hospitalidad y encuentro en el corazón de Zapala. Ocho décadas después, sus hijas mantienen viva la tradición familiar y el espíritu pionero que lo transformaron en un emblema local.

Zapala - Centro

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Corría el año 1944 cuando José Nara, inmigrante libanés radicado en Buenos Aires, leyó un aviso en el diario que cambiaría su destino: se vendía un hotel en Zapala, provincia del Neuquén. Decidido a buscar nuevos horizontes, emprendió viaje al sur y, en noviembre de ese mismo año, el Hotel Coliqueo abrió sus puertas.

“Mi papá compró el hotel en 1944 y en noviembre de ese año comenzó a funcionar”, recordó Adriana, una de las hijas que José tuvo junto a Suad Constantin.
Años más tarde, en 1963, José viajó al Líbano, se casó con Suad y regresaron juntos para continuar con el proyecto familiar.

Durante décadas, el hotel fue refugio de viajeros, artistas y figuras de la cultura nacional, que encontraban en sus pasillos la calidez de un hogar. “Con los años comenzaron las reformas. Al principio tenía habitaciones con baño compartido, pero luego se transformó en un hotel con baño privado”, recordó Adriana.

La gran remodelación llegó en 1974, cuando el Coliqueo incorporó un restaurante con capacidad para 120 personas. Sin embargo, el cambio del flujo turístico tras la construcción de la Ruta 237 modificó la dinámica de hospedajes en Zapala.
Actualmente, el hotel —ubicado en Martín Etcheluz 159— abre sus puertas cada verano, con 22 habitaciones habilitadas de las 35 que posee.

Tradición familiar y memoria viva
Hoy, al frente del establecimiento están Suad y sus hijas René y Adriana, mientras que Alicia vive en Neuquén capital y se dedica al mundo de la moda, y Jorge, el hermano menor, reside en el extranjero.

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El hotel fue testigo de momentos que marcaron a toda la comunidad. En 1989, Alicia Nara integró la comisión del Club Sirio-Libanés que impulsó la primera Fiesta de las Colectividades, un evento que con el tiempo se convirtió en una marca cultural y turística de Zapala.

Por su valor histórico, el edificio fue declarado Monumento Histórico Municipal y el Ministerio de Turismo provincial le renovó recientemente su placa distintiva.

El origen del nombre y los huéspedes ilustres
El nombre Coliqueo rinde homenaje al cacique Ignacio Coliqueo, líder mapuche que se estableció en Los Toldos, provincia de Buenos Aires.
“Hace algunos años se acercó al hotel un familiar del cacique, no recuerdo si el nieto o bisnieto. Conversó con mi papá y luego le envió un libro con la historia de Coliqueo”, relató Adriana.

Entre sus huéspedes más recordados figuran Horacio Guaraní, Los Chalchaleros, Estela Raval, e incluso los actores Irma Roy y Víctor Laplace.
“Guaraní se escabullía para comer con nosotros en la cocina, porque le encantaba la comida casera”, recordó entre risas Adriana.

Objetos con historia
El hotel conserva una central telefónica original, reliquia de otra época en la que cada llamada era atendida por el personal antes de derivarse a las habitaciones.
También guarda muebles, utensilios y artefactos antiguos que hoy forman parte de su identidad.

“Son pedacitos de historia que todavía hablan”, dice Adriana.
Y en esa frase se resume el espíritu del Coliqueo: un lugar donde la hospitalidad se hereda y la memoria se conserva con amor.

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