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Multinacionales y Wall Street piden que Karina Milei no participe de reuniones oficiales por “compliance”

Política

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Por Redacción Infogo Diario
Viernes 17 de octubre de 2025

El malestar de los principales fondos de inversión y multinacionales que operan en la Argentina volvió a concentrarse en la figura de Karina Milei. Según fuentes empresariales, varios ejecutivos transmitieron al gobierno su incomodidad ante la participación de la hermana del presidente en reuniones oficiales, invocando motivos de “compliance”, es decir, los protocolos internos de transparencia y ética corporativa que rigen en los grandes conglomerados internacionales.

 
Preocupación empresarial y protocolos éticos
En el ámbito financiero y corporativo, la noción de compliance implica el cumplimiento estricto de normas legales y estándares de conducta diseñados para evitar conflictos de interés, sobornos o daños reputacionales.

La presencia de Karina en reuniones con empresas extranjeras despierta inquietud debido a las causas judiciales que la rozan, entre ellas la investigación del caso Libra —que tuvo derivaciones en la Justicia de Estados Unidos— y la denuncia por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad, revelada por el exfuncionario Diego Spagnuolo.

Fuentes vinculadas a la negociación con firmas tecnológicas y fondos de inversión señalaron que “el temor no es político, sino legal: cualquier vínculo contractual con funcionarios bajo sospecha podría ser objetado por auditorías internacionales”.

 
El gobierno toma nota
Aunque desde la Casa Rosada no hubo pronunciamiento oficial, el propio presidente Javier Milei habría ajustado la dinámica de sus encuentros con representantes de multinacionales para reducir la exposición de su hermana.

Karina no participó de la reunión mantenida la semana pasada con directivos de OpenAI, encuentro en el que se anunció la supuesta inversión tecnológica más grande de la gestión, la cual finalmente se diluyó a los pocos días.

En el entorno libertario algunos interpretan esta exclusión como un intento de “normalizar” la interlocución con el sector privado internacional y evitar roces con el sistema de cumplimiento normativo de las grandes corporaciones.

 
Reacomodamientos y tensiones internas
Antes de que se filtraran los vínculos de José Luis Espert con un presunto esquema de financiamiento irregular, el economista había actuado como emisario informal ante empresarios y banqueros, desplazando silenciosamente a Karina del primer plano.

Ahora, con el avance de los escándalos judiciales y las presiones externas, distintos sectores del oficialismo —en especial los alineados con Santiago Caputo— reactivaron la idea de una eventual salida de la hermana presidencial del gabinete tras las elecciones.

No obstante, en el círculo más cercano a Milei ese escenario se considera improbable. “Karina es el núcleo emocional y operativo del presidente. Su influencia trasciende lo institucional”, explicó una fuente libertaria.

 
El factor internacional: Trump y el reordenamiento de poder
La versión de que los enviados de Donald Trump podrían asumir un rol más activo en la estrategia política del gobierno argentino alimenta especulaciones sobre un nuevo equilibrio de poder interno.
En ese contexto, las presiones externas por “compliance” y las tensiones internas por liderazgo se cruzan en un mismo tablero: el de la disputa por la gobernabilidad y el control político de la administración Milei.

 
Síntesis Infogo

El “compliance” (palabra inglesa que significa cumplimiento) es un conjunto de normas, políticas y procedimientos internos que las empresas —sobre todo las multinacionales y entidades financieras— adoptan para garantizar que su actuación sea ética, legal y transparente.

En términos simples, el compliance busca que una compañía:

Cumpla con las leyes locales e internacionales.
Evite casos de corrupción, lavado de dinero o conflictos de interés.
Proteja su reputación ante gobiernos, inversores y opinión pública.
Prevenga sanciones o juicios por parte de organismos de control.
Por eso, en el mundo corporativo y financiero, si un funcionario o interlocutor del gobierno está involucrado en denuncias judiciales, investigaciones por sobornos o manejos irregulares, la empresa puede negarse a reunirse o negociar con esa persona por una cuestión de compliance.

En otras palabras: No es solo una cuestión ética, sino también legal y estratégica.
Si una compañía viola sus propias reglas de compliance, puede ser sancionada, perder licencias internacionales o incluso ver caer el valor de sus acciones.

 
Ejemplo aplicado al caso Milei:
Las multinacionales y los fondos de inversión de Wall Street están pidiendo que Karina Milei no participe en reuniones oficiales porque su nombre aparece en causas judiciales.
Si una empresa extranjera negocia directamente con alguien bajo sospecha, podría ser auditada o sancionada en su propio país por incumplir las normas de compliance.

En la política argentina, el compliance también puede ser una forma elegante de decir “no confiamos”.

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