
Incertidumbre científica por la muerte de 26 orcas en Tierra del Fuego: un fenómeno sin precedentes en el Atlántico Sur
Actualidad
Tierra del Fuego. — El hallazgo de 26 orcas varadas en la bahía San Sebastián encendió una alerta ambiental y científica inédita en la región. Se trata de un evento excepcional: sólo existen dos antecedentes en el mundo de un varamiento masivo del llamado ecotipo D, una variante poco conocida de Orcinus orca.
El hecho, confirmado por la Secretaría de Ambiente de Tierra del Fuego y el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-CONICET), fue detectado durante tareas rutinarias de monitoreo en la Reserva Provincial Costa Atlántica. El fenómeno desconcierta a los investigadores y despierta interrogantes sobre posibles alteraciones en las condiciones del Atlántico Austral.
Un suceso inusual y con pocos precedentes
El primer hallazgo, semanas atrás, correspondió a dos ejemplares. Posteriormente, guardaparques provinciales localizaron otras 24 orcas en un área de difícil acceso, al norte de la misma bahía. Todos los individuos pertenecen al mismo ecotipo, identificado por su morfología distintiva y su escasa documentación científica.
A nivel global, solo se registraron dos eventos similares: uno en 1955, en Nueva Zelanda, con 17 animales, y otro en 2020, en el Estrecho de Magallanes, con nueve ejemplares. El episodio en Tierra del Fuego no solo es el más numeroso de su tipo, sino también el primero ocurrido sobre la costa atlántica fueguina, lo que lo convierte en un hito para la biología marina regional.
Investigación y primeros análisis
Ante la magnitud del caso, la Secretaría de Ambiente activó el protocolo de emergencia y convocó a especialistas del CADIC-CONICET y del Laboratorio de Investigaciones en Mamíferos Marinos Australes (IMMA).
Las biólogas del equipo realizaron necropsias a dos ejemplares para determinar posibles causas. Los primeros resultados no arrojaron indicios de colisiones con embarcaciones ni de interacción con redes de pesca. Tampoco se detectaron cortes, hematomas ni signos de trauma externo.
Según el informe preliminar, la descomposición de los cuerpos sugiere que el varamiento colectivo ocurrió en simultáneo con el de los dos primeros animales encontrados.
Factores ambientales bajo análisis
Aunque aún no se descarta un fenómeno natural, los especialistas reconocen que el evento podría estar asociado a variables ambientales o de origen humano. Entre las hipótesis en evaluación figuran las alteraciones acústicas producidas por el tráfico marítimo o los radares de navegación, que pueden desorientar a los cetáceos al afectar su ecolocalización.
La técnica Mónica Torres, integrante del equipo del CADIC, explicó a FM Master's que la bahía San Sebastián posee características geográficas particulares: “Tiene una pendiente muy suave y mareas con amplitudes de más de 17 metros. Es posible que los animales ingresaran con marea alta y quedaran atrapados al retirarse el agua con rapidez, sobre todo si no conocían la zona”.
Torres también destacó la singularidad del caso: “Este es apenas el tercer varamiento de ecotipo D en el mundo. Lo observamos hace más de una década en la región y nunca habíamos tenido un registro de tal magnitud”.
Implicancias ecológicas y posibles amenazas
Las orcas, depredadores tope de los ecosistemas marinos, son indicadores biológicos del equilibrio ambiental. Un evento de estas características puede reflejar alteraciones en la dinámica oceánica del Atlántico Sur.
Los especialistas advierten que múltiples factores pueden incidir en los varamientos masivos:
Contaminación acústica por embarcaciones o sonares militares.
Cambios en las corrientes o la temperatura del mar vinculados al calentamiento global.
Reducción de presas por sobrepesca o desplazamiento de cardúmenes.
Bioacumulación de contaminantes, como plásticos y metales pesados, que afectan la salud y orientación de los cetáceos.
El equipo del CONICET indicó que continuará la toma de muestras y el análisis de tejidos para determinar si existen rastros de enfermedades infecciosas o toxinas. Paralelamente, la Red Federal de Varamiento de Fauna Marina recopila información de otras zonas del país, e incluso se evalúa la posibilidad de eventos similares en áreas de difícil acceso, como las Islas Malvinas o la Península Antártica.
El cierre del ciclo natural
Debido a la ubicación remota del sitio, los cuerpos permanecerán en la costa. Según explicó Torres, esta práctica responde a criterios ecológicos: “El varamiento forma parte del ciclo natural. Muchas especies carroñeras se alimentan de los restos, lo que permite limpiar los esqueletos y devolver nutrientes al ecosistema costero”.
Mientras tanto, los científicos continúan con una tarea minuciosa: documentar, registrar y analizar uno de los fenómenos marinos más desconcertantes de los últimos años en el extremo sur del continente.
Una señal de alerta que excede lo local
Más allá del impacto en Tierra del Fuego, el hallazgo reabre el debate sobre la salud ambiental del Atlántico Sur. Si bien los estudios recién comienzan, la muerte de 26 orcas de un ecotipo escasamente conocido podría estar revelando algo más profundo: un cambio en el comportamiento de los grandes depredadores marinos frente a un océano cada vez más alterado.