El gobernador cordobés, Martín Llaryora cosecha la aprobación de seis de cada diez votantes de Javier Milei

Martín Llaryora no tomará vacaciones en enero.

Su equipo ya se prepara para la gira de verano del gobernador de Córdoba en el marco de los festivales.

Llegará con fondos, anuncios y con el respaldo de la última encuesta, que indica que la estrategia política empieza a mostrar llegada entre quienes bancan a Javier Milei y a Juan Schiaretti.

La pretemporada de las elecciones de medio término comienza después del brindis de fin de año y no es casual que Llaryora elija mostrarse tan activo con el sprint final del año en un período estacional más relajado. La última encuesta de Delfos, una de los consultoras de cabecera del Panal, le devuelve datos alentadores. La aprobación de su gestión es llamativamente sólida entre quienes votaron a Schiaretti (76%) y muy buena entre quienes adhieren a Milei (64%).
 
Este informe de diciembre, dirigido por Luis Dall’Aglio, señala además que Llaryora mantiene una aprobación general del 65% a nivel provincial, con valores más altos en el interior (66%) que en la capital (65%).

Este combo de datos es el más celebrado en el Centro Cívico. El contraste con el exgobernador Schiaretti era una barrera difícil de superar, pero, según el relevamiento de Dall’Aglio con una muestra de 1.878 casos, el camino empezaría a despejarse. Aunque es tradición del cordobesismo no exponer fisuras entre líderes —como lo hicieron José Manuel de la Sota y Schiaretti y este con su delfín—, Llaryora necesita proyectar un liderazgo propio e independiente. La renovación no terminó con el resultado electoral de junio de 2023.

En este contexto, la relación entre Llaryora y Schiaretti continuará siendo funcional para sostener el cordobesismo en el poder y, a la vez, explorar nuevas fronteras políticas fuera de la provincia. El 53% de las personas encuestadas entre el 15 y el 22 de diciembre considera que Córdoba está yendo en la "dirección correcta", un dato clave para los estrategas del poder provincial.
El análisis de la mesa chica de Martín Llaryora
En el calendario político, el apoyo a la gestión cordobesista de gran parte del electorado de Milei —64% según la encuesta— es visto como un elemento prometedor para la campaña de medio término. Sin embargo, en el Panal aún no bajaron una línea concreta a la dirigencia. “Por ahora, juego libre para quienes quieran estar en la lista para Diputados”, aseguran.

El mandatario provincial acumula señales de aparente consolidación política: se acerca a la mejor marca que registró en enero de 2024, cuando logró el 69% de imagen positiva, tras haber tocado su piso más bajo en febrero (60%) —en pleno enfrentamiento con Milei por la ley ómnibus— y el 58% de septiembre.

El manual cordobesista básico se aplicó con éxito: gestión directa y presencialidad en 180 ciudades y pueblos. Llaryora añadió un enfoque transversal que empieza a mostrar resultados en segmentos como el electorado que respaldó a Milei en la presidencial y quienes acompañaron las gestiones de Schiaretti.

La planificación del juego para limar a Javier Milei
Con estos números, Llaryora sugiere que funcionará como el gran elector, más allá de las candidaturas, para el primer enfrentamiento directo del cordobesismo con Milei. Esto, a pesar de que el gobernador reconoce que el Presidente podría salir victorioso en los comicios de medio término.

Llaryora jugará la carta de la transversalidad que le sirve para pescar en distintas peceras. Mira más datos del informe de fin de año de Delfos: el 68% de quienes apoyaron a Sergio Massa en la primera vuelta aprueba su gestión, así como el 58% de quienes votaron a Patricia Bullrich y el 27% de quienes eligieron a Myriam Bregman.

 

El peronismo en sus vertientes competirá dividido en tres en la provincia: la lista patrocinada por Llaryora, la de Cristina Fernández de Kirchner y la del exministro de Economía de Alberto Fernández. Si la foto es la correcta, y realmente el massismo se identifica con el llaryorismo, la atomización justicialista no representaría un problema.

“Cerramos el año muy bien y ya tenemos trazado el camino a seguir: ocuparnos de los problemas de la gente, trabajando de manera coordinada con más de 400 municipios en salud, educación, seguridad y obra pública”, resumió una alta fuente cercana al gobernador, quien ya anticipa que en abril y mayo empezará la campaña legislativa blue.

Sin embargo, el plan básico está cerrado. Llaryora seguirá apoyando a Milei en temas que garanticen estabilidad macroeconómica, marcará diferencias cuando considere que “se atacan intereses provinciales” y promoverá el Modelo Córdoba como una herramienta exportable para la gestión nacional.

Las luces de alerta en el Centro Cívico de Córdoba
Según la encuesta citada, Milei mantiene un respaldo mayoritario, aunque con divisiones significativas. Mientras su base de votantes sigue fiel, hay segmentos críticos que cuestionan su narrativa y se reflejan en niveles de confianza moderados: la nota promedio de confianza es de 5,64.

 
El estudio de Delfos muestra que Javier Milei sigue sólido en Córdoba, pero se encienden algunas señales de alerta.
La credibilidad cuestionada es otro factor que empieza a ilusionar en los reductos cordobesistas: el 41% de los encuestados señala que "le creyó y sigue creyendo", mientras que el 30% afirma que "no le creyó antes ni ahora".

Estas divisiones inspiran esperanzas en el cordobesismo, que buscará capitalizar esas debilidades en la próxima campaña, una competencia en la que suelen empezar desde atrás, pero con estrategias bien definidas.