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La crisis política que sacude a todo el gobierno de Neuquén, era evitable

Editorial26 de noviembre de 2024 Ale Carrupán
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La Legislatura de Neuquén enfrenta un momento crítico con el inicio de un proceso que busca determinar la "inhabilidad moral" de la vicegobernadora Gloria Ruiz para continuar en su cargo.

Este miércoles, en una sesión especial, los diputados debatirán una propuesta que podría marcar un antes y un después en la política provincial, en medio de un escándalo por presuntos desvíos millonarios de fondos públicos vinculados a su hermano, Pablo Ruiz.

Un proceso político con implicaciones jurídicas
La iniciativa para investigar a Ruiz no solo contempla su suspensión preventiva del cargo, sino que también establece la creación de una Comisión Investigadora con amplias facultades para analizar pruebas y garantizar el derecho a la defensa. Con un plazo de 30 días hábiles, esta comisión, integrada por los líderes de los bloques legislativos, deberá presentar un informe ante la Comisión de Asuntos Constitucionales, que decidirá los próximos pasos.

El debate sobre la apertura del proceso requerirá primero un voto de dos tercios de los legisladores presentes en la sesión de este miércoles. Si la propuesta avanza, la decisión final sobre la inhabilidad moral de Ruiz dependerá de una mayoría especial de la Cámara. Mientras tanto, la autoridad legislativa asumiría temporalmente las funciones de la vicegobernadora.

Preguntas inevitables: el contexto político y ético
El caso plantea interrogantes incómodas que no se limitan únicamente a la figura de Gloria Ruiz:

¿Tendrán la capacidad los legisladores para manejar este proceso con imparcialidad y rigor? En una Legislatura marcada por divisiones políticas, la percepción de una cacería política podría empañar cualquier resolución, independientemente de los méritos del caso.

¿Ayuda llegar a esta situación para restaurar la fe pública en un sistema que ha sido puesto bajo escrutinio? La ciudadanía podría ver en esta crisis un ejemplo más de la debilidad institucional, en lugar de una oportunidad para corregir el rumbo.

¿No es Rolando Figueroa, actual gobernador, también responsable de haber elegido a sus funcionarios que no cumplieron con los estándares éticos y administrativos? En el caso de las denuncias previas por maltrato, acoso y desmanejos en sectores como el ISSN (Instituto de Seguridad Social del Neuquén), el caso de maltrato y acoso de Educación y la reciente polémica en la Legislatura, podrían interpretarse que debieron haberse atendido con mayor contundencia y rapidez. Si se hubiese actuado con determinación para sancionar o remover a los responsables de estas irregularidades, la percepción pública de la gestión podría haberse protegido, y posiblemente se habría evitado una escalada de crisis institucional y el quiebre histórico del ejecutivo con el legislativo. Un gobernante no solo reacciona frente al hecho consumado, y ante las problemáticas, sino que actúa preventivamente y ejerce autoridad política para garantizar la ética, y el compromiso en su administración armando equipo y programa con debida anticipación, cosa que no sucedió, aún en la larga transición entre el saliente y el entrante.

¿Quiénes hoy juzgan y ponen en el banquillo de los acusados a Ruiz son moralmente ejemplares? Resulta inevitable cuestionar si los legisladores tienen la autoridad ética para decidir sobre la inhabilidad moral de otro funcionario, en un sistema político donde los cuestionamientos éticos son constantes y en más de una oportunidad, existieron denuncias y acusaciones cruzadas entre los que estaban y están ahora.


¿Un parteaguas político o más de lo mismo?

El desenlace de este caso será un termómetro no solo para Gloria Ruiz, sino para el gobierno de Neuquén, que afronta un desafío político de gran magnitud. Según el resultado, podrían suceder al menos dos cosas, el gobierno podría avanzar hacia una etapa de paz institucional, o profundizarse un clima de guerra política anticipada, impulsada desde este mismo caso, con el combustible de ayuda libertario, y dos elecciones por delante.

La crisis actual no solo daña la percepción pública sobre la gestión gubernamental, sino que pone en evidencia una sociedad cada vez más descreída de la política como herramienta de transformación, por que aunque haya mucho festejo, de una parcialidad, también hay mucho desencantado esperando la vuelta.

Las probabilidades de que todo termine siendo una disputa política más, carente de soluciones de fondo, son altas. Rolando Figueroa deberá demostrar si está a la altura de los valores democráticos o si, por el contrario, sucumbe a las lógicas del enfrentamiento y el desgaste.

Este miércoles, la atención estará puesta en la Legislatura. Sin embargo, las consecuencias rebasarán el recinto.

¿Estamos frente a un acto de justicia institucional o ante otra batalla política proveniente de un enfrentamiento por el poder?. Neuquén espera respuestas, no solo en materia de transparencia de manejo de la cosa pública y el narcomenudeo, Neuquén está atrasada, no se condice su realidad económica con la falta de infraestructura, servicios básicos como la luz, el agua, el gas y las cloacas aún no llegan a muchos pueblos y localidades del interior.

Por lo pronto su clase política, analizando este contexto, tiene poca oportunidad de dar las respuestas que la sociedad demanda con integridad y altura de miras, sino revierte enfrentamientos por acción concreta y rápida que beneficie al interior yá, ahora, y no esperar hacer caja para la próxima elección. "Ya pasó el primer año, hubo muchas fotos, muchos convenios, muchos abrazos, muchos viajes, es tiempo de que empiece el cambio de la Neuquinidad".

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